REFLEXIÓN:
Desde que era niño a mi se me enseñó que cuando te invitan a la casa de un conocido uno debe comportarse con respeto y cortesía. Respeto al anfitrión pues esa es su casa y él te ha invitado a estar allí. Esto lo he afirmado y ratificado en las artes marciales, lo considero parte del Budo.
Pero he aprendido que esto solo funciona cuando ambas partes tienen los mismos principios de respeto.
Si uno es invitado por un dojo, organización o maestro a entrenar a su "casa" uno se comporta como compete la situación, uno se hace partícipe de la actividad, colabora y presenta respeto por aquello que se te quiere enseñar o compartir. No vas haciendo demostraciones de tus habilidades o destrezas.
Pero esto al parecer no todo el mundo lo entiende y solo funciona cuando las dos partes respetan el mismo código. Pareciera que por el hecho de que te comportes con cortesía y educación, seas tonto, que no tengas conocimientos o habilidades, que no seas capaz de partir la cara a alguien.
La vida es como el Tao, se rige por Leyes Universales, como es arriba es abajo, causa y efecto, el ataque y la defensa.
Me he dado cuenta que la gente está muy acostumbrada a ver mi lado más amable.
Jonathan Reyes